Por supuesto parte del problema es que nosotros mismos atraemos esas actitudes intervencionistas. Según el reporte de Proceso Digital del día de hoy: "El ex presidente hondureño, Manuel Zelaya, debe retornar a Honduras cuanto antes, es indispensable para unificar el partido Liberal, planteó en la residencia del embajador estadounidense en Tegucigalpa, uno de los principales colaboradores y comodín de la administración Zelaya, Edmundo Orellana Mercado. El embajador de Washington en Honduras, cito al ex presidente Carlos Flores, al ex candidato presidencial liberal Elvin Santos, a la ex candidata designada, Ana Cristina Handal, a los colaboradores zelayista Carlos Montoya, Yanni Rosental y Edmundo Orellana. Todos acudieron a la cita." Para ver el articulo completo hacer un click aqui
Misa negra...obediencia sin discusión...hasta cuando abandonaremos esas actitudes...
Ingerencismo de Pais (Reproducido de Proceso Digital)
Si ha habido un protagonista claro, después de los internos que en la crisis de Honduras para bien y para mal ha jugado un rol determinante, ha sido la comunidad internacional, es decir los países de América y Europa, que por lo que dan, que por lo que ayudan creen tener el derecho de intervenir y de influir en los asuntos privativos de un estado.
A lo largo no sólo de esta crisis sino de los años, el comportamiento de alguno de esos países ha sido digamos injerencista, cuando menos husmeador, calculador, como si la dignidad de estos pueblos estuviese nada más condicionada por sus euros, o por sus dólares, que siempre o casi siempre nos lo prestan o nos los regalan a cambio de.
Por eso es que en Honduras acuñamos aquella frase “que no hay almuerzo gratis” hay quien dice que la dignidad de Honduras frente a la comunidad internacional cuesta dos mil millones de dólares, que es lo que anualmente en promedio dona la comunidad de países cooperantes.
Acaso por esa cantidad hay que agachar la cabeza, es eso lo que cuesta digamos la destitución de un Jefe Militar que se la jugó, junto con su Junta de Comandantes para evitar que en un presidente exacerbado de poder y continuismo entregara el país al socialismo del siglo XXI.
Acaso no se le demostró ya a esa comunidad de países y organizaciones, como la tristemente celebre OEA, que un país pequeño, al que alguna de esas naciones económicamente poderosas apenas se ubican en el mapa, que se puede resistir estoicamente una arremetida foránea de reimplantar en Casa Presidencial a un hombre, que a cambio de querer ser como Chávez, parecerse a Correa y emular a Fidel era capaz incluso de decirles a ellos, de agredirlos día y noche con su diatriba populista y antiimperialista.
Acaso no lo hizo ya un ciudadano de este país, al que por luchar contra ese ingerencismo interno, esa bárbara presión de los dueños de los dólares y los euros, se le ha querido ahora vilipendiar, haciéndolo ver como si en efecto fuese el gorila del que hablaba Chávez.
Y que lo que hizo nada más fue pararse en 30 e impedir que el dictador venezolano instaurara en Honduras un sistema que en su país confisca tierras y fábricas, cierra medios de comunicación que no le son afines, persigue a políticos opositores, reprime marchas estudiantes, organiza guerrillas campesinas.
Financia el entrenamiento de células terroristas como la ETA y tiene a sus ciudadanos sin agua y sin luz y buscando futuro en otras partes del mundo, valdría ese reconocimiento internacional la cabeza del fiscal general de la República o la del presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), o la del otro, o la de aquel.
Hay que limpiar la mesa de golpistas como dicen ellos, para que entonces comience a fluir el dinero y la cooperación vuelva a hacernos un país feliz y con futuro y porque Francia pide condiciones al gobierno de Lobo, disque para que en Honduras se reinstaure plenamente la institucionalidad democrática y no vuelve sus ojos e interviene para reinstaurar la democracia en el Níger, un país de la llamada África Occidental Francesa.
En donde un cruento y sangriento golpe militar acabó con el gobierno escogido en elecciones civiles en esa nación que fue su colonia hasta 1922, miren, aquí es que muchos no nos hemos dado cuenta o nos cae el 20 todavía.
Pero la institucionalidad en Honduras sigue amenazada y hay quienes aún adentro no se dan cuenta de que sus cabezas tienen precio allá afuera, fíjense si no lo que pasa con los magistrados de la CSJ, peleando entre ellos, enfrentados entre ellos, enfrentados con el propio presidente del pleno por asuntos de chambas, de colocación de activistas, de cuotas de poder para cada uno de ellos.
Óiganme, están peleándose los magistrados por chambas en el Poder Judicial de Honduras, mientras esta heterogénea comunidad internacional los quiere fuera, es decir a los magistrados, por sus presuntos antecedentes golpistas, así lo dice Francia, lo dice España, lo dice Italia.
Lo dice Lula, lo dice Chávez, lo dice Llorens, los magistrados del Tribunal Judicial del país han desautorizado al presidente de la Corte para que ponga o quite empleados o funcionarios en el Poder Judicial, que les parece, en lugar de que la institucionalidad se haga un nudo y enfrente estas amenazas exógenas, estas presiones asfixiantes, para desarticular la misma institucionalidad, a cambio de dólares y euros frescos constantes y sonantes.
Para que Mel vuelva disque a hacer vida política en Honduras con su mismo sequito de anarquistas, chavistas empedernidos, Rodas, Flores Lanza, Mejía Reina, nosotros seguimos entretenidos por ver si la bulla y el escándalo podrá arrimar a los tribunales a Micheletti, al mismo que ni Chávez, ni la ceguera de la OEA o de esa mismísima comunidad internacional pudo doblegar o rendir.
Que les parece, por eso es que lo vuelvo a decir, aquí parece que las cosas van y están patas arriba.
Misa negra...obediencia sin discusión...hasta cuando abandonaremos esas actitudes...
Ingerencismo de Pais (Reproducido de Proceso Digital)
Si ha habido un protagonista claro, después de los internos que en la crisis de Honduras para bien y para mal ha jugado un rol determinante, ha sido la comunidad internacional, es decir los países de América y Europa, que por lo que dan, que por lo que ayudan creen tener el derecho de intervenir y de influir en los asuntos privativos de un estado.
A lo largo no sólo de esta crisis sino de los años, el comportamiento de alguno de esos países ha sido digamos injerencista, cuando menos husmeador, calculador, como si la dignidad de estos pueblos estuviese nada más condicionada por sus euros, o por sus dólares, que siempre o casi siempre nos lo prestan o nos los regalan a cambio de.
Por eso es que en Honduras acuñamos aquella frase “que no hay almuerzo gratis” hay quien dice que la dignidad de Honduras frente a la comunidad internacional cuesta dos mil millones de dólares, que es lo que anualmente en promedio dona la comunidad de países cooperantes.
Acaso por esa cantidad hay que agachar la cabeza, es eso lo que cuesta digamos la destitución de un Jefe Militar que se la jugó, junto con su Junta de Comandantes para evitar que en un presidente exacerbado de poder y continuismo entregara el país al socialismo del siglo XXI.
Acaso no se le demostró ya a esa comunidad de países y organizaciones, como la tristemente celebre OEA, que un país pequeño, al que alguna de esas naciones económicamente poderosas apenas se ubican en el mapa, que se puede resistir estoicamente una arremetida foránea de reimplantar en Casa Presidencial a un hombre, que a cambio de querer ser como Chávez, parecerse a Correa y emular a Fidel era capaz incluso de decirles a ellos, de agredirlos día y noche con su diatriba populista y antiimperialista.
Acaso no lo hizo ya un ciudadano de este país, al que por luchar contra ese ingerencismo interno, esa bárbara presión de los dueños de los dólares y los euros, se le ha querido ahora vilipendiar, haciéndolo ver como si en efecto fuese el gorila del que hablaba Chávez.
Y que lo que hizo nada más fue pararse en 30 e impedir que el dictador venezolano instaurara en Honduras un sistema que en su país confisca tierras y fábricas, cierra medios de comunicación que no le son afines, persigue a políticos opositores, reprime marchas estudiantes, organiza guerrillas campesinas.
Financia el entrenamiento de células terroristas como la ETA y tiene a sus ciudadanos sin agua y sin luz y buscando futuro en otras partes del mundo, valdría ese reconocimiento internacional la cabeza del fiscal general de la República o la del presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), o la del otro, o la de aquel.
Hay que limpiar la mesa de golpistas como dicen ellos, para que entonces comience a fluir el dinero y la cooperación vuelva a hacernos un país feliz y con futuro y porque Francia pide condiciones al gobierno de Lobo, disque para que en Honduras se reinstaure plenamente la institucionalidad democrática y no vuelve sus ojos e interviene para reinstaurar la democracia en el Níger, un país de la llamada África Occidental Francesa.
En donde un cruento y sangriento golpe militar acabó con el gobierno escogido en elecciones civiles en esa nación que fue su colonia hasta 1922, miren, aquí es que muchos no nos hemos dado cuenta o nos cae el 20 todavía.
Pero la institucionalidad en Honduras sigue amenazada y hay quienes aún adentro no se dan cuenta de que sus cabezas tienen precio allá afuera, fíjense si no lo que pasa con los magistrados de la CSJ, peleando entre ellos, enfrentados entre ellos, enfrentados con el propio presidente del pleno por asuntos de chambas, de colocación de activistas, de cuotas de poder para cada uno de ellos.
Óiganme, están peleándose los magistrados por chambas en el Poder Judicial de Honduras, mientras esta heterogénea comunidad internacional los quiere fuera, es decir a los magistrados, por sus presuntos antecedentes golpistas, así lo dice Francia, lo dice España, lo dice Italia.
Lo dice Lula, lo dice Chávez, lo dice Llorens, los magistrados del Tribunal Judicial del país han desautorizado al presidente de la Corte para que ponga o quite empleados o funcionarios en el Poder Judicial, que les parece, en lugar de que la institucionalidad se haga un nudo y enfrente estas amenazas exógenas, estas presiones asfixiantes, para desarticular la misma institucionalidad, a cambio de dólares y euros frescos constantes y sonantes.
Para que Mel vuelva disque a hacer vida política en Honduras con su mismo sequito de anarquistas, chavistas empedernidos, Rodas, Flores Lanza, Mejía Reina, nosotros seguimos entretenidos por ver si la bulla y el escándalo podrá arrimar a los tribunales a Micheletti, al mismo que ni Chávez, ni la ceguera de la OEA o de esa mismísima comunidad internacional pudo doblegar o rendir.
Que les parece, por eso es que lo vuelvo a decir, aquí parece que las cosas van y están patas arriba.
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