Escribe Don Juan Ramón Martinez en su columna de hoy en la Tribuna (para ver articulo completo hacer un click aqui):
"En el discurso envenenado que sembró Zelaya y su grupo “liberal”-socialista en la mente de los hondureños, destacan dos grandes falsedades. La primera de ellas es que el gobierno no hace nada a favor de los que menos tienen, porque se lo impide la Constitución, las leyes y la fuerza de los grupos fácticos que operan alrededor de los partidos políticos en que se han dividido los hondureños. La segunda es que, más importante que la producción de la riqueza, lo fundamental es que la pobreza de cada uno de los compatriotas que sufren esta verdadera maldición, es el fruto de los ricos que han logrado lo suyo, debilitando las posibilidades de aquellos para salir de la incómoda situación en la que están. Típica cultura de la pobreza, que le gusta a los pobres."
El primer argumento lo he hecho también yo en este foro (y en otros). Zelaya y sus seguidores se valieron de un falso argumento para tratar de permanecer en el poder llamando a una Asamblea Nacional Constituyente. Es mas, ni siquiera lo podemos llamar un argumento porque jamas documentaron que partes de la Constitución o que leyes son las que causan la pobreza en nuestro pais.
La existencia de los grupos "facticos de poder" creo nadie la puede negar, la cuestion era como manejar el pais para que todos avanzacemos como resultado del esfuerzo de cada uno de nosotros. Definitivamente no destruyendo la riqueza existente ni estableciendo un sistema de beneficiencia improductiva que paraliza el engranaje productivo del pais.
Ojo, no estoy escribiendo aqui que subsidios con finalidades especificas y metas claras no pueden ser efectivos, menos aun que hay no programas validos para tratar de reducir la pobreza, como tampoco creo en los que pregonan que el Estado tiene muy poco (o nulo) papel en la vida de un pais. Mas de esto despues.
Una nota final. Un pequeño detalle que muchas se nos olvida, y que Juan Ramón Martinez señala en su articulo, es que la propuesta de Zelaya implicaba un auto-golpe de estado para darle paso a la Asamblea Nacional Constituyente, que de paso derogaba el Congreso, Corte Suprema de Justicia, y quizás hasta los partidos políticos. Que poca memoria y capacidad de análisis tenemos.....
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