Visión externa de República de Honduras
Por Carlos A. Enríquez
Consultor internacional
Santiago Chile
No mas mentiras, el Congreso Nacional es soberano y todos los países que aman la Democracia respetaran la decisión de este. A mis hermanos hondureños los invito a que no permitan la restitución de quien ya los engaño.
Para todos aquellos que consideramos que los valores estructurales de cada País, en el Mundo Occidental, deben estar presentes: Dios, Patria y Hogar para obtener un crecimiento horizontal de los elementos que constituyen el ser humano, en el área de la fe religiosa, el amor y respeto de los valores tradicionales de la Patria que, los vio nacer y su integración de grupo familiar para mantener estos valores estructurales indicados en nuestro Mundo, dentro de toda su Vida Republicana.
Esto es coincidente con el respeto de las disposiciones legales y de las exigencias de la Constitución de cada País y no constituye una intromisión en sus propios asuntos internos pero si la admisión que da la experiencia en hechos semejantes.
En pleno siglo XXI debemos mirar con mucho respeto el valor y la calidad del Pueblo de República de Honduras que lo ha llevado a su País a una posible y fragorosa guerra civil y el deseo de poder llegar a acuerdos que permitan mantener toda las exigencias constitucionales y legales vigentes a la fecha.
En todos nuestros Países en vías de desarrollo, debemos mirar con mucha crudeza la realidad económica que, significan los Convenios y Tratados Internacionales que obliga a su fiel cumplimiento a los grupos mayoritarios y minoritarios cumpliendo estrictamente aquellos que, se han firmado como contratos y convenios comerciales. En nuestros Países la relación Individuo y Gobierno es muy cercana ya que este último tiene a su disposición la capacidad financiera de apurar, demorar y no realizar aquellas obligaciones establecidas y que se dejan pendientes con un claro principio de demorar y nunca ejecutar si es inconveniente para su motivación personal.
Aquellos que, hemos seguido con profundo interés profesional el comportamiento humano de estos Países con un alto sentido de nacionalismo, fervor religioso y apreciado paradigma familiar que, se mantienen a pesar de limitadísimos recursos económicos del Gobierno para ejecutar obras de beneficio general y que no se realizan por resoluciones políticas no comprendidas estimamos que deben realizarse cambios de acuerdo a las leyes establecidas y que permitieron la elección de los representantes del pueblo a nivel presidencial, legislativo y regulado como es el judicial, todo ello en un contexto único de desarrollo horizontal.
Cuando vemos desde la distancia el afán permanente de algunos personeros de Gobierno elegidos a través de votación popular comprometidos a cumplir con todas las exigencias legales y constitucionales, que, quieren cambiar las reglas del juego democrático por medalaganaramiente se encontraran siempre con una oposición siempre mayoritaria pero a la vez temerosa del Poder Judicial que, en sus etapas iniciales acepta aquello que no corresponde, como sucede en este caso muy común en los Gobiernos Democráticos, pero todos conocemos que la verdad objetiva se transparenta en muy pocas oportunidades por el temor económico de ser arrastrado a una hecatombe.
En el caso actual de Republica de Honduras, se han dado todas estas contingencias que significan haber destruido un estado de derecho en beneficio propio ya sea político, o económico o de vanidad personal. La democracia se pone a prueba a través de las elecciones generales y quisiéramos conocer alguna respuesta lógica al afán de no realizarlas buscando cualquier tipo de paliativo. Siempre se ha dicho que el hambre es soportable menos cuando somos parte integral de esa hambruna.
Las comparaciones son siempre negativas por cuanto no expresa el sentimiento de diario vivir y con las contingencias locales y por eso podemos manifestar que estos abusos políticos terminan en un breve plazo salvo cuando se instalan Dictaduras Democráticas del Terror.
En nuestra América latina también se repite este fenómeno mundial de este momento: la última elección presidencial de la Republica de Uruguay la izquierda política no pudo repetir el éxito de la elección pasada por el cansancio de un pueblo que no acepta más expresiones populistas, sino la realidad del diario vivir.
El Imán de muchos nombres de alta aceptación nacional no son endosables, como por ejemplo México donde los setenta años del PRI no se repetirán jamás; en la Republica Federativa de Brasil será elegido el doctor José Sena adversario político del actual presidente Lula; en Argentina sucederá lo mismo con la familia Kirschner que será reemplazada por M. Macri; en Chile los veinte años de Gobierno de la Coalición de la presidenta Bachelet será reemplazada por Sebastián Piñera; lo mismo se verá en Republica de Nicaragua con la familia Ortega pero se vera que, en países tradicionales como la República de Colombia seguirá con la línea de sus actuales dirigentes. Por razones de diferencias culturales no nos queremos referir a las últimas elecciones presidenciales de Europa donde la totalidad del péndulo político esta en centro-derecha o llegara a ese contexto.
Hoy por múltiples razones geopolíticas la tensión del mundo tiene relación en este aspecto geopolítico de la Republica de Honduras donde han fracasado la presencia de instituciones como Alba integrada por presidentes de izquierda sin significado legal salvo establecer por su fuerza con los seguidores de esta doctrina y la organización de la OEA incluso anterior al establecimiento de Naciones Unidas y que por su avanzada infiltración política de izquierda no tienen capacidad ni idoneidad para resolver las crisis externas de los distintos países miembros cuando se alteran las reglas establecidas en beneficio personal y político actual de sus seguidores.
Un País que ha sufrido tanto por sus limitaciones económicas y comerciales también posee personeros de altísima capacidad como son sus representantes al Poder Legislativo y así mismo aquellos que establecen la Justicia Interna de su Corte Suprema, personajes que hoy día tienen la responsabilidad no solo ante sus nacionales, sino mas aún ante la opinión publica mundial que sus resoluciones están ajustadas al derecho vigente en el país como lo han realizado a la fecha y esperamos que en el momento de su votación no les tiemble la mano para definir aquello que es indispensable para la paz interna de su Patria y desde acá estaremos esperando que su voz sea la del Mundo Occidental al cual ellos también pertenecen en República de Honduras.
Gracias Honduras por derrotar al que merece ser derrotado!
Muy atentamente
Carlos A. Enríquez
Consultor internacional
Santiago Chile
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